Una mirada crítica sobre el comercio con China

4 octubre, 2011
El economista Ariel Slipak, docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires, disertó ayer en el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE) sobre las relaciones bilaterales entre nuestro país y China con una mirada crítica sobre el efecto “reprimarizador” en la economía argentina a partir del tipo de vínculo que se va formando vía comercio e inversiones.
“La economía argentina no se está reprimarizando, pero la relación bilateral con China sí reprimariza y la ‘commoditiza’ ”, afirmó.

En un trabajo preliminar, el cual es parte de un proyecto de investigación mayor, Slipak analizó el impacto que el potente crecimiento chino va teniendo en el mundo y en Latinoamérica en especial. El perfil que van adquiriendo tanto el intercambio comercial como el flujo inversor lleva al autor a la consecuencia señalada, más allá del beneficio del factor precios en muchos recursos latinoamericanos exportables, potenciados sobre todo por la demanda global china.
Según Slipak, el impacto de China en el modelo de desarrollo argentino “está siendo subestimado en la mayoría de los análisis, sea de sectores oficialistas o de opositores”.
Tras revisar cifras que ubican a China ya como el primer exportador mundial de bienes o el quinto emisor de Inversión Extranjera Directa, el autor analizó cómo los precios de numerosos recursos naturales –en especial mineros- subieron fuerte estos años y cuánto de ese porcentaje lo explicó la demanda china. El caso extremo es mineral de hierro, en cuya demanda internacional el efecto chino llegó al 38% entre 2002 y 2007 (sólo China subió su consumo de mineral de hierro 225% en ese período). Algo menos ocupa el cobre. Y los productos agropecuarios van bien detrás, pero se sabe que subieron a partir de 2007. Esos indicadores vehiculizaron las IED chinas en América Latina (en mineras, petroleras, etc.) y también, más recientemente, en sectores de apoyo, como los financieros o informáticos.
Por la vía comercial también Slipak mostró cuadros sobre la desigual evolución de exportaciones e importaciones con un perfil primarizador en el primer caso –ventas desde Latinoamérica y Argentina en particular- y de mayor manufacturas y valor agregado en el segundo, incluyendo alta tecnología –exportaciones chinas a nuestra región. “El patrón del comercio bilateral entre China y Argentina no genera potencialidades en términos de generación de valor, sino por el contrario, tiende a reprimarizar la economía del país”, dijo el economista en el IADE.

Redacción de Dang Dai.

Categorías: Política

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