El especialista en relaciones internacionales Carlos Escudé abogó hoy por una relación de “interdependencia simétrica” entre Argentina y China, en un contexto mundial que calificó de “nueva era histórica”.

En una charla en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Escudé dijo que los vínculos entre Argentina y China podrían repetir los aspectos positivos que hubo en su momento entre Gran Bretaña y nuestro país, a la vez que evitar los perjuicios que esa misma relación también observó, “si aprendemos las lecciones de la historia”.

Presentado por Diana Tussie, coordinadora del área de relaciones internacionales de FLACSO, Escudé señaló que Argentina tuvo dos grandes períodos de relaciones externas, uno dominado por el lazo con los británicos, entre 1880 y mediados del siglo pasado, y otro ligado a Estados Unidos, desde fines de la Segunda Guerra Mundial hasta 2003. De este último, Escudé fue profundamente crítico (y autocrítico, ya que repasó su trayectoria como asesor de la Cancillería argentina en la década de 1990) ya que afirmó que no dejó nada útil a Argentina. Estudioso de documentos desclasificados del Departamento de Estado de EE.UU., afirmó que “hay pruebas irrefutables de que Washington fue un factor de desestabilización política y económica de Argentina”.

En cambio, ponderó algunas aristas de la relación con Londres al menos hasta la Primera Guerra Mundial. “Y aun en los temas más polémicos, como el pacto Roca-Runciman de la década de 1930, tuvimos algunas ventajas, en ascenso social, inclusive en cierta industrialización, porque había una relación de complementariedad, y de interdependencia, aunque asimétrica”.

En ese punto, dijo que este tercer momento de relaciones exteriores es en verdad una “segunda oportunidad histórica para Argentina”. Si la primera con mejoras para nuestro país fue con Gran Bretaña, “ahora se abre un período con la potencia emergente, China, que va camino a ser la principal economía mundial, de interdependencia simétrica”.

Repasó la estrategia que China se planteó para toda América Latina y afirmó que los tratados de libre comercio que el país asiático ya firmó con Chile, Perú y Costa Rica, así como sus inversiones y comercio crecientes con toda la región, fueron “la simbólica lápida” al ALCA, el proyecto comercial de Estados Unidos para el área.

Frente a los temores de una relación que primarice la economía argentina o genere riesgos ambientales, Escudé indicó que depende de Argentina negociar en buenos términos con China, lo que se puede lograr, sostuvo, dada la mutua necesidad de sus economías y el ascenso todavía muy gradual de poder chino a escala mundial.

“Argentina tiene aliados como Brasil o Chile, imprescindibles, pero también hoy tiene socios como crecientemente China donde hay una interdependencia, no una nueva dependencia”, sostuvo.

Redacción de Dang Dai