La mujer que transformó la medicina china

17 septiembre, 2011

Corrían los años 60 cuando el presidente chino Mao Zedong anunció el inicio de una nueva revolución, la cultural proletaria. En aquellos tiempos, una mujer, Tu Youyou (hoy tiene 81 años) comenzaba también su propia revuelta personal y profesional. Su único fin: tratar de dar un ‘giro’ a la terapia de una de las enfermedades infecciosas que más personas mata cada año, la malaria.

Su país, en 1967, puso en marcha el llamado Proyecto 523, una iniciativa clandestina militar para resolver el problema universal de la resistencia de la malaria a los fármacos. La investigadora, nacida el 30 de diciembre de 1930 en Ningbo, era una de ellas. Así es como empezó una búsqueda que culminó con éxito y que le acaba de valer el premio Albert Lasker 2011. Logró el desarrollo de artemisina, un fármaco que la Organización Mundial de la Salud recomienda como parte de la terapia inicial de la patología.

La artemisina, también conocida como qinghaosu, ha formado parte del arsenal terapéutico de los herboristas chinos durante más de mil años como tratamiento de la dermatitis o los síntomas de la malaria. Sus primeras referencias bibliográficas hay que buscarlas en el libro ‘Cincuenta y dos Prescripciones’, desenterrado de las tumbas de la dinastía Han en Mawangdui, Changsha, provincia de Hunan.


Su uso antipalúdico fue descrito por primera vez en el ‘Manual Chino de Prescripciones para Tratamientos de Emergencia’, editado a mitad del siglo IV por Ge Hong. La receta describe que había que exprimir la planta y mezclarla con zumo y agua para su administración soluble.

Ququie Bassat, del Centro de Investigación en Salud Internacional Barcelona del Hospital Clínic de la ciudad condal, reconoce que el “tratamiento clásico de la malaria siempre ha sido con fármacos derivados de las plantas como es el caso de la quinina. Las artemisinas se empleaban desde hace miles de años en infusiones. Actualmente no se han logrado fármacos con la fórmula al 100%. Pese a ello es eficaz”.

La profesora Tu Youyou, matriculada en la Universidad de Pekín en 1952, donde estudió en el departamento de Farmacología en el que se graduó en 1995, y especialista en medicina tradicional, se encargó de buscar el posible remedio contra la malaria en manuales y recetas con más de 5.000 años de antigüedad.

El éxito

También, como ha confesado la actual presidenta científica de la Academia de Medicina e Investigación China, entrevistó a expertos tradicionales de todo el país. Realizó una preselección de unas 2.000 recetas potenciales, basadas en 380 compuestos naturales y 200 plantas diferentes. Las recetas seleccionadas fueron, sobre todo, aquéllas que en la medicina tradicional sirven para combatir la fiebre o la propia malaria.

Fue entonces cuando ella y su equipo se toparon con la artemisina (ajenjo dulce), que inhibe el crecimiento del organismo portador de la malaria. Actualmente, las técnicas que se emplean para la extracción de las sustancias activas de la planta requieren de altas temperaturas, lo que podría arruinar las propiedades de la artemisina.

Por ello Tu Youyou encontró la forma de hacerlo a bajas temperaturas, una pista que obtuvo de los antiguos tratados de medicina china que ojeó una y otra vez. Es más ella y su equipo lograron, asimismo, eliminar una porción ácida del extracto que reduce su eficacia y purificaron el compuesto. En 1972 se aisló el ingrediente activo de la artemisina y se describió su estructura química, algo que la científica nunca olvidará: “Fue de los momentos más felices de mi vida. Lo habíamos conseguido”.

‘Arma de guerra’

El experto catalán reconoce que “actualmente no hay evidencias de que las artemisinas estén causando resistencias. Hay algunos indicios de ellas en la frontera de Myanmar con Camboya, pero sin confirmar. Lo que sí se sabe en cambio es que es eficaz para la malaria no complicada, como para la grave, que afecta sobre todo a niños y embarazadas. Lo más importante es que acaba de publicarse es que la artemisina es el tratamiento más eficaz para la malaria grave, ya que reduce en un 25% la mortalidad”.

Este especialista no niega la contribución de la doctora Youyou en el hallazgo de la artemisina, pero reconoce que se “trata, sobre todo, de un esfuerzo colectivo de científicos chinos y vietnamitas. No hay que olvidar que la búsqueda de un remedio contra la malaria en China surge en la guerra de Vietnam. La malaria acababa con los soldados estadounidenses y se invirtieron muchos esfuerzos en encontrar un remedio. La doctora Youyou, sin duda, desempeñó un papel muy importante en su desarrollo”.

La nota en El Mundo

 

Categorías: Medicina

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