El traductor Zhao Zhenjiang dio una conferencia en Buenos Aires

14 octubre, 2011

“No es difícil corresponder la rima de unos versos en una traducción, pero traducir la rima y la musicalidad de todo el Martín Fierro fue mucho trabajo”. La aseveración fue hecha por el mismo traductor de la obra al chino, Zhao Zhenjiang, en una charla que dio el 13 de octubre en la Casa Leopoldo Lugones de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).

 


En su vasta carrera tradujo, entre otras, obras de Miguel Hernández, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Antonio Machado y Federico García Lorca. Tuvo a cargo el equipo que tradujo al español Sueño en el pabellón rojo, novela equivalente en la literatura china al Quijote.

Durante su conferencia en Buenos Aires, Zhao recapituló la historia de la traducción de la literatura latinoamericana al chino, “que tiene dos épocas: antes y después del fin de la Revolución Cultural, hacia los años 80”. La primera estuvo caracterizada por la traducción de obras políticamente comprometidas y consideradas revolucionarias, mientras que en la segunda ya no fue el contenido ideológico el criterio de selección. Una apertura mayor dio cabida a la traducción de más autores, de modo que “hasta el 2009 se habían traducido 258 obras de autores latinoamericanos, cifra que cuadruplica la de los primeros 30 años” de la Revolución china. De la segunda etapa Zhao destacó los 700 mil ejemplares vendidos de Cien años de soledad —y la fuerte pregnancia de realismo mágico en los autores chinos contemporáneos—, así como la persistencia de la figura de Pablo Neruda: sus visitas a China, su amistad con el famoso poeta Ai Qing y la ocasión en que fue a llevarle el Premio Lenin de la Paz a Soong Ching-ling (Madame Sun Yat-sen).

La conferencia de Zhao derivó en una clase magistral cuando entró en el campo de la teoría de la traducción literaria. “En la traducción moderna, explicó, priman los conceptos de fidelidad, fluidez y elegancia. La fidelidad es lo más fácil de abordar, pero a la vez una fidelidad completa es inalcanzable. No es posible traducir sin cambiar las metáforas y las imágenes. En chino, el término ‘murciélago‘ es homófono a ‘felicidad’, y se usa ‘murciélago’ para indicar algo feliz. Esto resulta muy extraño en español…”

Zaho Zenjiang informó que en los años 60 se enseñaba español en diez facultades de China, pero hoy la cantidad se ha incrementado hasta alcanzar unas sesenta instituciones. “Aún así, aclaró, esta cifra aún no se corresponde con la importancia del idioma español y no guarda proporción con la cantidad de establecimientos que enseñan inglés, francés o ruso”.

La conferencia fue promovida por la Embajada de la República Popular China en Argentina y la Sociedad Argentina de Escritores y tuvo el auspicio de la Cámara de Comercio Argentino Chino y la Asociación de Amistad con China.

El intelectual chino fue presentado por Roberto Alifano, Secretario de Cultura de la SADE, quien recordó un viaje reciente a China, en ocasión del Tercer Festival internacional de Poesía. El evento se desarrolló en Qinghai, en la región del Tibet, y Alifano fue acompañado por Zhao Zhenjiang. “Allí, relató el argentino, encontramos, entre una serie de estatuas de Confucio, Buda, Horacio, un monumento dedicado al gaucho Martín Fierro”.

Redacción Dang Dai

Categorías: Cultura

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